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Un orense literario que está vigente por la letra del pasillo “Machala, Amor y Esperanza”


(LRP).- Considerado como uno de los puntos de referencia de la poesía, Kléber Franco Cruz, se destacó como un excepcional poeta lírico. El orense es autor de la letra del himno popular machaleño “Machala, Amor y Esperanza”, el mismo que ha sido coreado por sus habitantes, en distintos lugares de la ciudad.

(LRP).- Considerado como uno de los puntos de referencia de la poesía, Kléber Franco Cruz, se destacó como un excepcional poeta lírico. El orense es autor de la letra del himno popular machaleño “Machala, Amor y Esperanza”, el mismo que ha sido coreado por sus habitantes, en distintos lugares de la ciudad.

En la edición especial en Homenaje a Machala, del escrito titulado “Historia News” de Vicente Poma Mendoza, califica a “Machala, Amor y Esperanza” como un verdadero himno objeto de apropiación por parte de la machaleñidad. Las escasas publicaciones de sus obras, demuestran que fue un poeta que sabía del dolor, de las ilusiones, de amores, desamores, dichas y desdichas.

Según el escrito es posible que el fenómeno de difusión del pasillo “Machala, Amor y Esperanza”, cuya música la puso José Antonio Jara “El Chazo”, deriva en uno de los hechos más claros, en cuanto a darle una identidad a Machala, con la representatividad sonora expresada hacia esta ciudad, situándola con los versos y la música de dos cantores populares casi contemporáneos.

La revista estudiantil del colegio que lleva su nombre, señala que la Kléber Franco Cruz, fue muy breve, sin embargo abrazó muchas inquietudes. Fue lector voraz, maestro, periodista e incluso incursionó en la vida política. La huella profunda que dejó en la poesía, en la que destacó como un excepcional poeta lírico.

Franco Cruz, nació en Machala el 20 de abril de 1920, creció junto a sus padres José Franco Rosales y doña Emma Cruz Murillo de Franco, Este gran poeta, fue el cuarto vástago de la sociedad conyugal Franco Cruz.

Sus estudios primarios los realizó en la escuela Simón Bolívar, de esta comunidad y los secundarios los cursó en el Colegio de Bachillerato Nueve de Octubre, donde se graduó de bachiller en la especialización de Químico Biólogo.

Llegó a ser concejal de Machala, fue miembro de la Casa de la Cultura Núcleo de El Oro, fue secretario de la Federación Deportiva de El Oro y otros. Ingresó a la universidad de Guayaquil para estudiar medicina, pero abandonó su carrera por motivos de salud.

Fue un excelente profesor del Colegio Nueve de Octubre, destacándose en la literatura con algunas producciones donde se expresa su alta sensibilidad poética. También fue profesor en las áreas de Zoología, historia y geografía. Dirigió varios periódicos como “Destellos”, “El Octubrino”, lo que le permitió la participación activa de los estudiantes con inclinación a las letras.

Durante su corta existencia escribió muchos poemas, entre los más importantes: “Machala”, “Romance al niño de la frontera”, “Evocación de la Infancia”, “Guayabos”, “Madre y el Pasillo”, “Machala, Amor y Esperanza”, este último convertido en el himno popular de la ciudad.

El poema es un canto sensible al amor, al pequeño terruño. En sus versos los machaleño y los orenses se identifican llenándolos de legitimo orgullo. Desde su niñez expresó su gran sensibilidad hacia la música, la canción, poesía, la misma que se convirtió en una ventana por donde ingresa el aleteo de las golondrinas.

El poeta nunca fue solitario siempre estuvo rodeado, flanqueado por amigos de creación literaria y mensaje poético o tejiendo algunos de sus cuentos, que luego los convierte en guiones de teatro o radionovelas.

La publicación del historiador Vicente Poma, manifiesta que en la década de los 50 del siglo pasado, nos referimos a José Antonio Jara Aguilar, quien luego de su paso como Concejal de Zaruma y profesor del Colegio 26 de Noviembre de la misma ciudad decidió radicarse en Machala.

El Chazo fue profesor de música en el Colegio de Bachillerato “Nueve de Octubre”, que con un acordeón instruía a los alumnos enseñándoles la letra y la música del Machala, Amor y Esperanza”.

En julio de 1971, bajo la administración de la alcaldía del Lcdo. Luís A. León León, la Municipalidad de Machala, le da un tinte de oficialidad al pasillo, adoptando la resolución de grabar la musicalización del poema de Kléber Franco Cruz.

Reconocimiento

La Asamblea Nacional de Ecuador y la Academia Nacional de Historia del Ecuador realizaron el 22 de abril del 2013, un reconocimiento póstumo a Kléber Franco Cruz, por su gestión cultural en los campos de la literatura, arqueología, periodismo y radiodifusión en la provincia de El Oro.

Kléber Franco Cruz, muere en la ciudad de Guayaquil a los 37 años de edad, el 29 de noviembre de 1957. En reconocimiento a su producción literaria, la Municipalidad del cantón Machala, tuvo el acierto de perennizar su nombre y su imagen en la plazoleta “Machala, Amor y Esperanza”.

En el sitio hoy se levanta su busto junto al inmortal músico zarumeño, José Antonio “El Chazo” Jara, quien compuso la música. En el año de 1962 se creó en su honor la institución educativa Colegio Kléber Franco Cruz ubicado en la ciudad de Machala.

Colegio de Bachillerato

Kléber Franco Cruz

La creación del colegio nocturno “Kléber Franco Cruz” fue una iniciativa de ilustres ciudadanos de la Cámara Junior Capítulo Machala, en cumplimiento a uno de sus postulados de servicio a la comunidad, creación que fue considerada por la población como la obra del año, porque estaba orientada a satisfacer las necesidades de la juventud trabajadora de este sector de la provincia.

El Oro necesitada un colegio para que estudien los jóvenes y adultos trabajadores. Es importante resaltar la labor del Dr. OlindoVicuña, quien inició las gestiones y que fueron continuadas y culminadas por José Idrovo, contando con el valioso apoyo de quienes integraban la Cámara Junior y en especial de su presidente Dr. Luís Muñoz Falconí.

Por el espacio de cinco años el colegio función como particular, fue inaugurado el 9 de mayo de 1962, en honor a la Batalla de las Carretas. Luego en 1967 después de un largo periodo de gestiones y viajes a Quito, el colegio fue elevado a la categoría de fiscal.