OPINIóN

La alianza con Nebot


Milton Álava Ormaza

Nuestra tesis – que desarrollaremos en la medida de lo posible- es que el triunfo presidencial de Guillermo Lasso – al margen de su valor y decisión personales- fue de carácter colectivo, plantea una primera interrogante: ¿Qué hubiera sido de su candidatura si no se aliaba con Jaime Nebot o si Nebot no consentía en esta alianza?

La respuesta es simple: que Nebot hubiera tenido que postular su propia candidatura, como se lo pedía mucha gente o apoyar a otro candidato, y ni él ni Lasso hubieran triunfado.

¿Qué indujo a Nebot a unirse con Lasso? La inexistencia de otra opción segura para obtener un determinado número de representantes y, en último término, una mayor afinidad política. ¿Y a Lasso? La necesidad de esta alianza para triunfar o hacer un papel decoroso.

Como quiera que sea, los dos lo saben bien y, lo que es más importante, una vez que ha triunfado, qué es lo que Lasso le puede dar a Nebot o éste pedirle, y hasta dónde esta relación política se puede estirar.

La cuota parlamentaria de que dispone Nebot en la Asamblea Nacional, es su carta de negociación, aunque ya en el pasado se ha mostrado reticente a formar parte del gobierno. Pero en esta ocasión tiene que pensarlo más en profundidad: en Guayaquil, al parecer, sin un poder dador y un sucesor visible, que responda con acciones concretas las demandas de sus partidarios, otros pueden disputarle su liderazgo.

Como quiera que sea o haya sido, el destino del gobierno de Lasso se halla atado a las actuaciones políticas de Nebot y una ruptura entre estos dos personajes, perjudicarÍa la gobernabilidad del país.

Por cierto que Lasso puede recurrir a otras alternativas políticas, pero la faz de su gobierno cambiaría.