OPINIóN

EDITORIAL: Criminal represión a marchas opositoras


Si se debe buscar un calificativo a los mecanismos de represión que ha tenido el gobierno venezolano para intentar frenar las marchas opositoras que se han registrado en los últimos días, ese es “criminal”.

Si se debe buscar un calificativo a los mecanismos de represión que ha tenido el gobierno venezolano para intentar frenar las marchas opositoras que se han registrado en los últimos días, ese es “criminal”.

No existe otra palabra para describir en su magnitud lo que ocurre en la hermana nación de Bolívar.

Y es que además de intentar dispersar a los protestantes con perdigones y gas pimienta, ahora se han sumado dos muertos y más de dos cientos detenidos producto del uso brutal de los recursos de la Policía Militar de ese país.

Recurrieron a la inhumana decisión de –literalmente- bombardearlos con gas lacrimógeno, arrojado desde el aire en los helicópteros de la guardia nacional.

El brutal ataque del régimen de Maduro incluyó, según se ha reportado, disparos de balas y no de perdigones.

Es una auténtica guerra civil, sin exagerar, lo que sucede en el país sudamericano. Es momento de una mediación seria, que responda a lo que las circunstancias exigen, de parte de los organismos internacionales.

No solamente la OEA, sino también la ONU deben intentar llegar a un diálogo con las partes a fin de conciliar el conflicto interno.