OPINIóN

El daño está hecho


La Contraloría glosó al expresidente Correa y exfuncionarios por el uso indebido de Cetes: Certificados de Tesorería.

Detrás hay un manejo irresponsable de este título valor, que atenta contra el sistema financiero. Dinero que los ciudadanos depositamos en la banca, y esta por ley, en el Banco Central, lo tomó el Gobierno sin intención de devolverlo, y entregando Cetes.



La Contraloría glosó al expresidente Correa y exfuncionarios por el uso indebido de Cetes: Certificados de Tesorería.

Detrás hay un manejo irresponsable de este título valor, que atenta contra el sistema financiero. Dinero que los ciudadanos depositamos en la banca, y esta por ley, en el Banco Central, lo tomó el Gobierno sin intención de devolverlo, y entregando Cetes.

En México existen Cetes desde los setenta. La tesorería mexicana los utiliza para atender necesidades de caja, y no de financiamiento. Por eso su plazo máximo es un año. La tesorería los emite mediante subasta en la época del año cuando tiene gastos superiores a los ingresos. No rinden interés, por lo que se venden con descuento, al mejor postor. Los recompra también mediante subasta, o paga al vencimiento sin renovarlos, cuando los ingresos son abundantes.

Paralelamente, el Banco de México (banco central) que tiene que velar por la liquidez, participa en las subastas comprando Cetes cuando quiere más liquidez, y los vende cuando quiere frenar la inflación.

En Ecuador, desde 2008, el Banco Central pasa a ser controlado por Finanzas. Deja de ser una institución que vela por la estabilidad monetaria, y pasa a ser un instrumento de financiamiento del Gobierno central.

En agosto de 2015, debido a la caída del precio del petróleo, el gobierno Correa empezó a colocar Cetes al Banco Central: USD 509 millones. Para cuando terminaba el Gobierno, mayo 2017, llegó a USD 5.872 millones. Para bajar tan exagerado monto, le entregó al Central la propiedad de la banca pública y dio como pagado USD 2.137 millones en Cetes. Nunca tuvo intención de retirar los Cetes y devolver la plata.

El Banco Central no tiene fondos propios. Esa monumental cifra corresponde a depósitos del Gobierno central, gobiernos locales, empresas públicas, y de manera muy importante de bancos públicos y privados.