OPINIóN

EDITORIAL: Imprudencia en las vías cuestan vidas


La pérdida de vidas humanas en las vías genera una cierta sensación de nostalgia, sobre todo al conocer que las razones son fundamentalmente impericias de los conductores.

La pérdida de vidas humanas en las vías genera una cierta sensación de nostalgia, sobre todo al conocer que las razones son fundamentalmente impericias de los conductores.

Si bien es cierto que los accidentes automovilísticos ocurren todos los días, al escudriñar en las razones encontramos como factor común malas maniobras o malas decisiones de los conductores.

Exceso de velocidad o el irrespeto a las señales de tránsito son algunas de las razones más frecuentes.

Pero los accidentes en moto también son provocados por similares circunstancias. Lo preocupante es cuando esas impericias cuestan vidas.

Es momento de concienciar aún más a los conductores de los vehículos sobre sus responsabilidades.

Ni el apuro ni alguna eventual falta de señalización en las vías son justificativos para tolerar estos accidentes.

Es momento de ser más enérgicos en los controles. No se puede permitir bajo ningún concepto que varias personas tripulen una moto. Hay que ser rigurosos en los controles de los cascos de quienes abordan este tipo de vehículos.

Debe ser intolerable que no se utilice el cinturón de seguridad en los vehículos, también hay que ser rigurosos con la antigüedad de los vehículos que circulan en las calles.

De un mejor comportamiento individual, con el respeto correspondiente a las normas establecidas, depende limpiar las vías de la sangre que actualmente las mancha.