NACIONAL

Masivo éxodo de venezolanos en busca de un mejor futuro


La crisis económica, social y política que vive Venezuela, ha provocado que a diario, unos 2000 ciudadanos de ese país crucen la frontera ecuatoriana-peruana en busca de un mejor futuro para sus familias, optando por movilizarse hacia Perú, Chile, Argentina y Brasil.

“Los niños se mueren de hambre”, “la situación en Venezuela es caótica”, “el dinero no alcanza”, “no hay medicinas ni alimentos”, la delincuencia está imparable”, “nuestro país está sumido en la pobreza”, son algunos de los testimonios de los miles de venezolanos que, buscando un mejor futuro para su familia, decidieron emigrar.

La crisis política, social y económica que vive “La Nación de Bolívar” desde hace 18 años y que ha empeorado en los últimos dos, lo ha convertido en el país con la más alta inflación del mundo y sus consecuencias están a la vista: Una masiva migración hacia Colombia, Ecuador, Perú, Chile y Argentina.

Según datos del Centro Binacional de Atención Fronteriza (CEBAF), unos 2.000 venezolanos cruzan la frontera ecuatoriana-peruana, para trasladarse a un lugar y encontrar un trabajo que les permita subsistir y mantener a sus familias.

Esta semana, debido a las elecciones parlamentarias que se desarrollaron el fin de semana pasado en Colombia y que supuso el cierre de frontera entre esos dos países, la cantidad disminuyó, registrándose la llegada de unos 800 ciudadanos del país llanero.

Carlos Valderrama, barbero, de 30 años, oriundo del Estado de Portuguesa, expresó que la inflación, desempleo, escasez de alimentos está acabando con el país. “Yo tenía mi negocio de barbería pero el dinero no alcanzaba para nada, por ello, así como muchos venezolanos decidí coger un nuevo rumbo y emigrar a otro país, dejando a mi familia y el corazón en Venezuela, para poder establecerme económicamente”, refirió.

Indicó que tiene previsto viajar a Lima, donde están unos amigos y espera ejercer su profesión y sacar adelante a su familia, “tengo la esperanza que algún día la situación en Venezuela se estabilice y pueda retornar”, mencionó.

La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) estimó en 1,6 millones el tamaño de la diáspora venezolana de los últimos años y hay estudios que indican que cuatro millones de ciudadanos abandonaron su país desde que se instauró la llamada revolución bolivariana en 1999 comandada por el extinto Hugo Chávez.

Nicolás Maduro ha negado que exista un éxodo masivo bajo su Gobierno y, en cambio, llamó a los jóvenes a regresar al país petrolero pese a las “dificultades” económicas.

Éder Sarmiento, 29 años, es ingeniero industrial. Este joven profesional nacido en el Estado de Táchira, expresó que todo lo que sale en las noticias, la gente muriéndose de hambre, la represión, la falta de medicinas, es cierto, al igual que los miles de compatriotas que a diario cruzan las fronteras.

“Todo es real, desde que inicié mi viaje, hemos caminado con miles de compatriotas por las fronteras, familias enteras han decidido dejar atrás el país para encontrar un mejor porvenir”, relató.

Grupos de jóvenes no mayores de 24 años, al igual que profesionales de más de 30 años, con títulos de ingenieros, licenciados, abogados, agrónomos decidieron dejar su vida atrás y cruzar la frontera, con la esperanza de encontrar estabilidad y empezar desde cero.

Génesis Zibada, de 27 años, del Estado de Barquisimeto, describió que en Venezuela tener un título o una profesión no sirve para nada. “Trabajaba en una agropecuaria y me iba bien, pero en Venezuela con una profesión, con un cargo no haces nada, puedes ser presidente de una empresa, pero no ganas bien, no alcanza el sueldo”, contó.

Protección

Ante la continua salida de venezolanos hacia países vecinos y otros países de la región y el mundo, ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, publicó nuevas guías para que los gobiernos aborden la situación de las personas en necesidad de protección internacional y asistencia humanitaria.

Se ha producido un aumento de 2.000 % en el número venezolanos que han solicitado el reconocimiento de condición de refugiado en todo el mundo desde 2014.

Aunque más de 94,000 venezolanos pudieron acceder a los procedimientos de determinación de la condición de refugiado en 2017, muchos más con necesidad de protección optan por otras alternativas de residencia legal, que pueden ser más rápidas de obtener y otorgan el derecho al trabajo, acceso a la salud y la educación. Sin embargo, cientos de miles de venezolanos permanecen sin documentación o permiso para residir legalmente en países de acogida. Esto los hace particularmente vulnerables a la explotación, la trata de personas, la violencia, el abuso sexual, la discriminación y la xenofobia.

En este contexto, la nota de orientación de ACNUR alienta a los Estados a garantizar que los venezolanos tengan acceso a los territorios y a los procedimientos de determinación de la condición de refugiado.

Además, pide a los gobiernos que adopten respuestas pragmáticas de protección para el pueblo venezolano, como las alternativas de estadía legal, que incluyen visas o permisos de residencia temporal, así como otros programas de regularización que garanticen el acceso a los derechos básicos de salud, educación, unidad familiar, libertad de movimiento, albergue y el derecho al trabajo.

Radicados en Machala

En el 2017, un total de 720 venezolanos, se han regularizado y solicitado visas de trabajo y residencia, mientras en lo que va del 2018, el número asciende a 266, informó el Ministerio de Relaciones Exteriores, cuya oficina está en Machala.

Muchos han optado por emprender y comercializar por las principales calles de la capital orense todo tipo de productos, empanadas típicas de su país, agua de coco, bebidas energéticas, dulces, mientras los que han tenido mayor suerte y gracias a la ayuda de amigos y personas solidarias, han logrado encontrar un empleo fijo, - diferente a sus profesiones-, permitiendo subsistir y enviar divisas a sus familiares que optaron por quedarse en esa nación, principalmente por la falta de dinero para viajar.

Juan Tesorero, de 32 años, tiene la profesión de ingeniero en mantenimiento mecánico, nació en Anzoátegui y relató a este diario que gracias a un amigo llegó a Ecuador y pudo radicarse en Machala, lugar en el que lleva nueve meses.

“He tenido que adaptarme a todo, las costumbres, el trabajo, pues lo que hago aquí es muy diferente, pero lo importante es que tengo un ingreso con el que podré ayudar a mi familia”, expresó.

Tan grande es la comunidad de venezolanos en Machala, que incluso han conformado un equipo de sóftbol (uno de los deportes más representativos de Venezuela, similar al béisbol), donde suelen unir los lazos de hermandad, confraternizar y fortalecer sus costumbres.

Todos lamentan la situación que está afrontando su Patria, otrora progresista nación con una de las mejores economías de la Región, y que hoy, se encuentra sumido en la más profunda pobreza, ellos anhelan que la situación cambie, están seguros que no ahora, porque reconstruir el país tomará más de diez años, pero su mayor sueño es poder retornar y reencontrarse con sus seres queridos.